El producto que se introduce en el sistema entra en el tanque desaireador, donde una batería de difusores lo nebuliza. El tanque se mantiene bajo una ligera presión de CO2, para que el producto pierda el aire que contenía inicialmente, que se sustituye por dióxido de carbono. Este último procede de la ventilación del tanque de almacenamiento para reducir los niveles de consumo.
Tras la desaireación, una bomba centrífuga de alta prevalencia envía el agua al sistema de mezclado por inyección para la saturación hasta que se alcanza la cantidad de CO2 deseada. Un sistema que combina caudalímetros y una válvula moduladora dosifica los componentes para conseguir la máxima precisión y garantizar que el producto terminado se pueda replicar de forma fiable.
Ventajas
•El sistema también incluye mezcladores estáticos para garantizar una dispersión fina del gas dentro del producto tratado y un mezclado perfecto de los componentes empleados.
•La estabilización del producto se consigue mediante un tubo de retención y a continuación en el tanque de depósito intermedio, donde se utiliza el control de temperatura del producto para mantener una presión de CO2 fija en función de las condiciones gaseosas que se requieran.
•La unidad de llenado se alimenta mediante una bomba centrífuga para que el producto siempre se traslade con presión creciente, para ayudar a mantener la estabilidad del sistema.
•Diseño compacto, fácil de instalar.
Productos
•Refrescos carbonatados.
•Néctares.
•Zumos de frutas.
•Infusiones.
•Bebidas isotónicas.
•Cerveza.
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